Obsolescencia humana

LA EDUCACIÓN CONTRA LA OBSOLESCENCIA HUMANA

Todos podemos recordar, aquellos aparatos que tenían nuestros padres o abuelos, que duraban eternamente, siempre estuvieron ahí desde que teníamos uso de razón y la familia los cuidaba como uno más. Por un lado, comprar cada uno de esos aparatos costaba un sueldo familiar y además estaban fabricados como decía la gente de antes: ‘para durar’.

            Alguna radio, plancha, batidora o incluso cosas más sencillas como un martillo, unas cucharas o platos, un mueble, estaban ahí cuando nacimos y siguen estando en algún rincón de la casa porque todavía tienen vida útil.

            Desde los años 80, se nos ha vendido una cultura consumista, a través de muchos canales: televisión, cine, prensa. A veces sin darnos cuenta, consumíamos en las películas americanas, la cultura de ‘USAR Y TIRAR’ o simplemente ‘ROMPER Y VOLVER A COMPRAR’. Muchas de esas películas nos ofrecían la posibilidad de destruir y ser felices al mismo tiempo, muchas de las escenas en las que se destruían casas, coches, ropa, comida, nos ensenaban que era algo natural y que además al final de la película, no teníamos que preocuparnos porque todo saldría bien y con final feliz.

            De un tiempo a esta parte, parece que nos preocupamos más por estos comportamientos, a la hora de reciclar o simplemente porque nos damos cuenta de que estamos viviendo y trabajando para esas grandes empresas que cada día nos ofrecen un producto nuevo con el que soñar otra noche más.

¿Consumimos para vivir o vivimos para consumir? La diferencia claro está, la marca la dependencia que tengamos de todo lo accesorio y extra en nuestras vidas.

Y de todo esto surge la palabra OBSOLESCENCIA, que se ha instalado en la realidad de nuestras vidas como NORMAL, algo que casi asumimos como un mal aceptado y que nos enfada en alguna ocasión cuando desembolsamos alguna importante cantidad de dinero para reparar nuestro coche, pero que olvidamos como por arte de magia cuando corremos a la tienda para comprar el ultimo terminal de móvil que ha salido al mercado.

Estamos tan acostumbrados a este consumismo sin control que, sin darnos cuenta, se ha instalado en la sociedad, en casi todos los sectores, SANIDAD, EDUCACION, CULTURA, POLITICA, Y TAMBIEN EL PROPIO SER HUMANO. Muchas veces con el sobrenombre ‘low cost’ y otros anglicismos que nos parecen tan modernos e innovadores, pero que solo maquillan todo lo que nos roban (tiempo y dinero).

En muchas ocasiones totalmente ciegos, desde una posición costumbrista para no molestarnos en protestar, por si acaso seamos los primeros en perder cuando alzamos la voz.

Recuerdo sobre la obsolescencia HUMANA, un caso muy claro sobre unas negociaciones entre la patronal y sindicatos, que en muchas ocasiones ni siquiera suelen trascender a la opinión publica. La empresa en cuestión tiene que hacer despidos para ajustar la plantilla, ya que debido a la reciente crisis, ‘es la única forma de aumentar los beneficios’. La empresa anuncia que quiere recortar la plantilla en 100 trabajadores en las plantas españolas y obviamente los sindicatos y obreros protestan legalmente durante días y finalmente se sientan a negociar, consiguen un importante avance para los trabajadores. Finalmente, la empresa cede ante las presiones y acuerdan 50 despidos algunos de ellos con jubilaciones y se mantienen los otros 50 empleados que son ‘salvados’. Parece un triunfo de los obreros y todos se felicitan, ya que debido a las protestas y la lucha ha conseguido presionar a la patronal y ganar la batalla. Por desgracia, la empresa desde el primer momento lo que quería era DESPEDIR A 50 TRABAJADORES.

En todos estos sectores vemos como se nos engaña sistemáticamente como algo normal, creemos que tenemos el control, pero todo está pactado desde que nacemos en una Obsolescencia Humanitaria, en la que obviamos todas estas mentiras. Pero la realidad es que estamos nosotros mismos incluidos en este sistema. La obsolescencia humanitaria nos dice que tenemos, como personas, una vida útil, y el sistema nos recuerda permanentemente con cada anuncio, factura o trabajo, que estamos cumpliendo un ciclo en nuestras vidas. Estamos ya programados para un cierto tiempo.

La educación es una de las herramientas que podemos usar para luchar contra este detrimento, la propia educación en sí misma, poniendo el acento sobre como anticiparnos a la obsolescencia. Pensar por nosotros mismos, tener criterio propio y capacidad de decisión.

Por cierto ya hay algún producto que se nos vuelve revender, sin obsolescencia programada, un macabro plan consumista, que nos quita el buen producto, nos vende low cost y luego vuelve a ofrecernos el mismo producto anterior más caro e innovador, pero siempre ha sido el mismo. La bombilla incandescente, la bombilla fluorescente, la bombilla led y volvemos a la bombilla incandescente sin obsolescencia.

La próxima vez que te levantes por la mañana para empezar tu día, a lo mejor ya ha empezado tu obsolescencia. Puede que tu móvil y tu tengáis mucho en común.

¿FINAL?

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Las letras sabias de Cande

ESTUDIOS Licenciada en Filología por la universidad de La Laguna. 1994. Certificado de aptitud pedagógica. 1995 Diploma de participación en las II Jornadas de Humanidades Clásicas en la Universidad de la Laguna.(1988). Diploma de participación en el II Curso La Literatura Erótica Greco-latina.(1989). Diploma del Curso sobre la Elaboración de Unidades Didácticas. (1997). Diploma del curso Modelo Constructivo. (1997). Diploma de participación en el curso La Mujer en el Mundo Antiguo. (1993). Diploma de participación en el curso I Semana Canaria sobre el Mundo Antiguo. (1992). Diploma de participación en el curso II Semana Canaria sobre el Mundo Antiguo. (1993). Diploma de participación en el curso III Semana Canaria sobre el Mundo Antiguo. (1994). Diploma del curso de formación profesional: Inglés Gestión Comercial. (2001). EXPERIENCIA LABORAL Profesora en la Academia Jaeva (Arrecife). 1994-2000. Situación Laboral actual: Propietaria de la Academia Argana Alta.

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