¿Cómo no voy a quererte
con lo Bonita que eres?
La más bella del Atlántico
toda pintada de verde.
Soñado jardín de ensueño,
sueño que quiero soñar.
¿Cómo no voy a quererte
con lo Bonita que vas?
Guiada por tus senderos
me adentré en tu corazón,
parque de naciente agua
en cascada de color.
¿Cómo no voy a quererte
con lo Bonita que luces?
Bello carrusel de estrellas
brillan en tu alto Roque,
imponente y fiel guardián
de tu Parque Nacional.
Silba el alisio en la cumbre,
las nubes hace bailar.
Al terciario me llevó,
en el bosque de los Tilos,
te juré eterno amor.
¿Cómo no voy a quererte
Si al pasear por tus calles
puedo volver a soñar?
Real paseo calmado,
arte en siglos preservado,
casas que guardan historias
de época colonial.
¿Cómo no voy a quererte?
Si alfombrada vas de flores,
de flores balcón floral.
Castillos que nos vigilan,
Noa que no surca el mar.
No reveles tu secreto,
secreta danza lustral.
¿Cómo no voy a quererte?
Si alegre y tradicional
luces tus mejores galas
de seda suave bordada,
de talco de carnaval.
¿Cómo no voy a quererte?
Tan resignada y valiente.
Aunque sangró tu costado
y de fuego te abrasaras,
siempre Bonita estarás.
No temas,Tajogaite durmió.
Quienes tanto te queremos,
tus heridas sanaremos
con sacrificio y amor.
¿Cómo no voy a quererte
con lo bonita que eres?
La más bella del Atlántico,
toda pintada de verde.
Soñado jardín de ensueño,
sueño que quiero soñar.
Etiqueta: La Palma
El olor de mis recuerdos.
El olor de mis recuerdos me lleva hasta La Palma. Olores tradicionales, olores tiernos de infancia. Mis recuerdos de La Palma llevan olor de almendrado, de castañas bien tostadas, de vino en barril de tea, de ron añejo y de pan, de sopas de miel de caña, de ñame cocido a leña, de sabrosa fruta fresca, de leche tibia de cabra, de gofio en batea vieja… Mis recuerdos de La Palma llevan olores de flores, de eucalipto curativo, de orégano y de laurel, de plantas medicinales que remediaban mis males, me huelen a hierba húmeda, a monte, bosque y cultivos a tea añeja y a pino… Mis recuerdos de La Palma llevan olores que abrazan. A sal de la maresía que en mi piel se me pegó, a aquella muñeca nueva que me trajo la ilusión, al regazo de mi abuela que siempre me acurrucó, a aquel libro que guardé en el fondo de un cajón, al refugio de mi madre que tanto me protegió. Mis recuerdos de La Palma los guardo en mi corazón.